Rueda Verdejo

El sol declina por la línea del horizonte. Hombres,
maquinas y aparejos se disponen a ser
protagonistas de un espectáculo sin igual: la
vendimia nocturna.

Luces artificiales sobre tierras pardas, pedregosas,
donde ventilan los vientos atlánticos. Días de calor,
noches frías. Ese es el secreto del equilibrio entre
el azúcar que la uva gana con el sol y la acidez que
no pierde durante la fresca nocturnidad.

Por eso, Bodegas Sire apuesta por esta recolección
tradicional a 5 grados centígrados de media que
mantiene más recia y protegida a la uva en el
transporte y conservación.

Luz de luna y manto de estrellas que envuelven de
romanticismo el trabajo y que evita el inicio de la
fermentación antes de llegar a bodega. A su
entrada, rápida obtención del mosto y adecuada
conservación en sus propias lías durante dos
meses. El vino adquiere así más untuosidad, más
volumen y una mayor intensidad varietal.
Favorece el equilibrio, la redondez, el
mantenimiento de los aromas. Nace así un gran
vino, complejo, elegante, lleno de luz y esplendor.